Tipos de aparcamiento y trucos para aparcar en ellos

Seguramente ya sabréis que hay, básicamente, tres tipos de aparcamiento: en línea, en batería o en oblicuo. Es fácil distinguir entre ellos, y si no, suelen existir distintas señalizaciones en alto o en vía para dejárnoslo bien claro. Pero, dentro de estas tres formas de aparcar, hay varios trucos para aparcar que pueden sernos de gran utilidad a la hora de realizar esta maniobra que, a veces, puede resultar complicada.

Tipos de aparcamiento: en línea

O también denominado en cordón. En esta forma de aparcar se estaciona paralelamente al bordillo. El principal truco aquí está en los retrovisores laterales, no solo por las imágenes que nos trasladan, si no por su situación a la hora de maniobrar.

En el probable caso de que aparquemos a nuestra derecha, el primer paso será situarse en paralelo al vehículo de delante del espacio libre, dejando la parte delantera de nuestro coche alineada con el retrovisor izquierdo del otro coche. Pero no siempre tendremos de referencia otro coche, por lo que en este caso toca tirar de imaginación y situar nuestro coche como si al lado hubiera otro, con las referencias explicadas.

tipos de aparcamiento
Coches aparcados en línea o en cordón

A continuación, girar el volante todo lo posible a la derecha e iniciar la marcha atrás. Nuestro coche empezará a girar a la izquierda, abriendo el ángulo cada vez más con el aparcado. Este ángulo lo pararemos cuando nuestro retrovisor izquierdo nos muestre la mitad derecha de la parte delantera del vehículo de atrás. O cuando nuestro retrovisor derecho esté alineado a la altura del parachoques del vehículo de delante. Como veis, el gran protagonismo está en estos pequeños espejos.

El siguiente de los trucos para aparcar en línea será seguir la marcha atrás pero, esta vez, con el volante girado totalmente hacia la izquierda. Nuestro coche encajará como un guante, aunque a veces será necesario hacer maniobras extra para conseguir el perfecto estacionamiento.

Aparcar en batería o en paralelo

En este caso, como el nombre indica, nuestro coche queda en paralelo al resto. Los trucos para aparcar vuelven a pasar por los retrovisores, aunque esta vez habrá que alinearse con el coche de delante formando un ángulo de 90 grados con las partes traseras de ambos vehículos.

formas de aparcar: en batería
Tipos de aparcamiento: en batería

A continuación, comenzar el giro marcha atrás, observando en el espejo derecho que no rocemos al vehículo aparcado. De esta forma, nuestro coche entrará directamente en el espacio libre. Una sencilla forma de aparcar en la que el principal consejo está en la posición inicial. También se puede aparcar de frente, aunque, en estos casos, lo más recomendable es hacerlo marcha atrás.

Más tipos de aparcamiento: en oblicuo, el más sencillo

Entre los tipos de aparcamiento, este es el más fácil de realizar. Tanto de frente, para lo que solo hará falta abrir un poco nuestro coche hacia el lado contrario, o marcha atrás, situándonos en paralelo a los dos coches que rodean el sitio libre. Desafortunadamente, es la forma de aparcar menos común de encontrar en las ciudades.

tipos de aparcamiento: oblicuo

Aunque te parezca algo común y quizá lo hayas hecho más de una vez, no es legal, incluso aunque la línea entre sentidos sea discontinua. Está recogido en la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, en el artículo 90.2. Te enfrentas a una sanción que puede ascender a los 500 euros e implicar la pérdida de seis puntos. Incluso pueden multarte si se ve claramente que tu coche ha sido estacionado así, ya que está al contrario del sentido de la marcha. Solo se puede aparcar en el lado izquierdo si la vía es de un único sentido. De hecho, si conduces y encuentras un aparcamiento a tu derecha, y, a la vez, un coche que va en sentido contrario también muestra intención de aparcar ahí, la prioridad será tuya, ya que estará prohibido para el otro vehículo.