Visión de la industria del aparcamiento

Para entender la industria del aparcamiento es necesario echar la vista atrás, conocer su evolución, su entendimiento con los elementos que le rodean, para así esbozar el papel que jugarán en el ordenamiento de las ciudades y como poder ayudar a la movilidad futura de las personas.

Del 2011 al 2013

Si echamos la vista atrás, hasta poco antes de 2011 a la industria del aparcamiento “nos compraban”. Sí con los antecedentes nos remontamos a 2011, comenzamos con las reservas por internet en algunos aeropuertos, después tímidamente en algunas concesiones de aparcamientos, pasando por el pago por móvil (sin coste para el cliente) en la ORA de Sevilla desde diciembre de 2012, hasta el año del Covid.

Otra constante de estos años es que la industria del aparcamiento deja de hablar de “aparcar los coches”, hablamos casi en exclusiva de la movilidad y nos vamos convirtiendo en “expertos”, eso sí, de no sé qué. Pues bien, si movilidad implica desplazamiento y aparcar el coche a velocidad cero ¿aparcar es movilidad? Pues parece que no, aunque se le pueden poner muchos “peros” a este particular.

Si movilidad implica desplazamiento y aparcar el coche a velocidad cero ¿aparcar es movilidad?

Del 2014 al 2016

El mercado de la movilidad, en su particular referido al aparcamiento, lleva algunos años transformándose con la aparición de tecnologías disruptivas y el poder de las redes sociales. Por una parte, las tecnologías disruptivas aplicadas de forma inteligente, eficiente e intensiva están revolucionando la cadena de valor de todos los sectores. Las fronteras sectoriales se están difuminando y la competencia es intersectorial (banca vs fintech, transporte de viajeros vs estacionamientos, plataformas en internet vs aparcamientos, etc.) Es decir, internet, la transformación digital, la multicanalidad, están revolucionando los procesos de comunicación con los clientes y la forma de relacionarnos, debiendo avanzar desde el concepto de “cliente satisfecho” al de “experiencia de cliente”.

Por otra parte, las redes sociales están equilibrando las fuerzas entre empresas y consumidores, trasladándose el poder de decisión a las redes, mejor dicho, a las personas a través de las redes. El consumidor expresa libremente sus necesidades, sus preferencias, comparte con otros individuos, opina, valora, etc., todo ello en abierto y accesible a nuestros clientes, por todos los canales que soliciten.

De esta manera, las nuevas tecnologías y el uso de las redes sociales están impulsando una economía de colaboración que beneficia a todos los actores de cada sector, por lo que consideramos necesaria iniciar la cooperación tecnológica y el desarrollo de nuevos formas de negocio, en definitiva, una transformación que debe ir de la mano del “adjetivo” digital, dónde, efectivamente, cada día es más difícil hablar de APARCAR y hay que hablar de MOVILIDAD.

El enfoque debemos centrarlo en mantener la calidad de servicio al cliente, ocuparnos de la experiencia de cliente, el cuidado de la cuenta de resultados y citada transformación, con la convicción de que los aparcamientos son clave en esta singladura, a través del ecosistema global como el de la movilidad.

El enfoque sigue manteniendo lo esencial: Calidad de servicio al cliente, experiencia, resultados y transformación digital

 Del 2017 al 2019

Así llegamos a ayer, tiempo en el que seguimos inmersos en un entorno similar (quizás más acusado) al de los últimos años, en relación con la transformación de nuestro mercado, ya que continuamos observando la aparición de más tecnologías disruptivas, ahora con incursiones en nuestro mercado de competidores adyacentes, con inversiones millonarias sin retorno, agrupaciones de multinacionales en el ecosistema de la movilidad para mantener los flujos de caja necesarios y, donde el poder de las redes sociales y la potencia de la digitalización, están logrando que los servicios sean demandados por los clientes en un solo dispositivo y una sola App (agregadores). A esto podemos añadir las características de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad actuales.

Es decir, internet, la digitalización, la hiper-conectividad, la omnicanalidad, están revolucionando la forma de relacionarnos con todos los grupos de interés, apareciendo ejemplos locales de nuevos servicios como el moto sharing, los patines, car sharing, el renting de particulares, distintas modalidades de alquiler de coches, etc., tomando protagonismo la modalidad de VMP (Vehículos de Movilidad Personal) frente a los vehículos de transporte colectivo.

Además, si nos fijamos en los medios de pago, también encontramos cambios relevantes, que afectarán y/o pueden generar sinergias y/o dificultades a los operadores de aparcamientos:

  • Por una parte, la normativa europea PSD2, que entró en vigor el mes de septiembre de 2019, exigiendo una doble autentificación para hacer compras por internet entre otras transacciones. El objetivo es reducir el fraude, o sea, incrementar la confianza del usuario, a la vez que exigirá a todos los comercios alternativa al pago en metálico. (algunos operadores disponen de miles de “comercios” o “expendedores de tiques” en una sola ciudad)
  • Entrar en el bus de transporte urbano, mirar una cámara y pagar: la cara se asocia a una tarjeta bancaria y se convierte en un medio de pago. ¿Sería posible a la E/S de los parking con el reconocimiento facial ya que tenemos cámaras?

También afectarán otros planteamientos de los clientes, usuarios y Autoridades Públicas (AAPP):

  • Medio ambiente: exigencia de sostenibilidad desconocidas hoy.
  • Nuevos hábitos de movilidad que vamos asumiendo con naturalidad:
    • No tener vehículo en propiedad.
    • Pago por uso.
    • Preferencia por los medios de transporte individuales. (VMP)
    • Reservar aparcamiento desde el sofá.
    • Intermodalidad en la propia ciudad, no al acceder a la ciudad.
    • Las restricciones de circulación en las ciudades.

Ante tantos cambios debemos cuestionarnos sí estamos ante un cambio tecnológico o ante un cambio de modelo de negocio, que exigirá una fuerte transformación, para la que proponemos:

Reflexiones:

1.- Cómo hacer uso de las nuevas tecnologías para llevar una oferta de valor,  de nueva generación, a los clientes.

2.- De qué manera podemos conseguir que esa propuesta de valor que llevamos al mercado sea mucho más potente que la que realizamos hoy.

3.- Cómo lograr un cambio cultural profundo que permita romper los silos que hay, NO en cada organización, sino entre empresas, fomentando la cooperación para que fluya la innovación.

Requisitos:

1.- Reciclar el talento interno y formarlo, en el centro las personas, la tecnología un facilitador.

2.- Vencer las resistencias, ser persistente, tener capacidad de asumir riesgos y una cultura de prueba-error, sin miedo a equivocarse.

3.- Disponer de recursos para invertir.

Realidades:

1.- Los primeros años de la transformación, del cambio, son como estar en una mina, no se ve nada. Una vez construidos los cimientos hay que lograr la visibilidad y los resultados.

2.- Lo físico de los aparcamientos, tanto “off” como “on” street no está muerto, es decir, siendo el canal “online” el que está de moda, debemos coexistir con el “offline”, que cada cliente decida el canal y su tipo de aparcamiento.

3.- Abrir nuevas líneas de ingresos como servicios anejos a los tradicionales, que respondan a la demanda actualizada de nuestros clientes en las ciudades y les aporten valor.

2020 y en Adelante

Y de pronto a esto podemos añadir los efectos de la pandemia Covid que, actualmente, nos afecta con una disminución de ingresos de hasta un 50%. (superior al 90% en confinamiento) 

Sin embargo, a largo plazo sí debemos ser optimistas: (1) los fabricantes de automóviles están realizando sus estimaciones del potencial de los nuevos servicios de movilidad para generar ingresos recurrentes y manejan estimaciones sobre una capacidad de generación de hasta 0,14 €/km en el largo plazo (2030) [fuente Mckinsey] y (2) el informe elaborado por Anfac y KPMG, sostiene que entre los años 2020 y 2040 el negocio de la movilidad crecerá 100 mil millones de euros.

De nuevo, “estamos ante tantos cambios”, … que una vez cuestionado casi todo, el planteamiento para el futuro próximo es otro, ya que el modelo de negocio es el de movilidad bajo demanda, aunque gozando de buena salud el negocio tradicional (aparcar), no siendo rentables los negocios nuevos que solo van generando ingresos accesorios en mercados adyacentes.

Por tanto, la cadena de valor va cambiando y debemos ser capaces de encontrar el vector que logre alinear lo tradicional con lo disruptivo, siendo el camino que visualizamos para la industria del aparcamiento la movilidad a la carta: 

– Las restricciones de circulación a los coches en las ciudades son una realidad, por lo que la colaboración con las AAPP es estratégica. (Berlín comenzó en 2008, hoy son más de 200 ciudades europeas)

– Los medios de transporte individual (VMP) adquieren más relevancia, siendo un   elemento fundamental de la movilidad compartida, con vehículos eléctricos, complemento del coche privado, etc.

– App´s como medio de pago.

– App´s de prestación de servicios tanto con coste pago como gratuitos.

– Recarga de vehículos eléctrico.

– Última milla logística: productos y personal.

– Micro renting de coches.

– Micro motosharing para clientes premiun. (llegó a Madrid hace cuatro años)

– Patinetes y bicis eléctricas para clientes premiun.

– Uso de coches y motos por suscripción, mes a mes. (Netflix)

– Utilizar el marketing para gestionar la demanda (no la oferta) y las claves conductuales de los clientes.

– Comunicación externa con propósito corporativo de impacto: (1) social, (2) ético y (3) ambiental (ODS).